12 febrero 2007
Bueno, intentaré escribir algo, pero la verdad es que, en este caso, una imagen vale más que mil palabras, porque las fotos son preciosas... Siempre me había preguntado qué le veían los orientales de especial al otoño, para que una gran mayoría de ellos lo prefiriese al resto de estaciones. Supongo que aquí cada uno tiene su opinión, pero yo, particularmente, prefiero cualquiera de las otras tres... en Barcelona! Lo cierto es que aquí la llegada del otoño nos dejó maravillados, porque yo, al menos, nunca había visto nada así... Nos falta por ver todavía la primavera con sus cerezos en flor, pero, de momento, podemos decir que lo más hermoso que hemos visto en Corea es el 단풍 (tanpung), nombre que recibe el cambio de color de las hojas de los árboles en otoño (¡qué largo que resulta traducir la palabrita al castellano!). Bueno, aunque ahora, en pleno invierno, queda un poco lejos hablar de esto, lo cierto es que no es lo mismo ver el mencionado Tanpung en la uni o en la ciudad (llena de edificios cutres, para qué negarlo) que irse a la montaña a disfrutarlo verdaderamente. Así que entre toda la clase organizamos una excursioncilla a 내장산 (el monte Nejang), famoso por la belleza de su Tanpung. Como que fue una idea de mi clase (nivel inicial), Edu (que va al superior) no vino, pero no pasó nada, porque a su profesor también le pareció bien la idea y se fueron ellos otros día (aun que a ellos les llovió ;P ). Bueno, la verdad es que no sé qué más explicar, creo que lo mejor es ver las fotos y juzgar por vosotros mismos si estamos exagerando... Nos pasamos toda la mañana caminando por la montaña, luego nos sentamos en una especie de praderilla y comimos por allí, tirados en la hierba. Después nos pensamos subir al mirador que había en lo alto (y al cual se accedía con un teléferico) o ir a ver el templo. Al final decidimos esto último, y la verdad es que valió la pena, porque (además de ser el primer templo que veía en Corea) el camino que conducía a la entrada del templo estaba lleno de árboles que se iban alternando sus colores (uno era rojo, el otro amarillo, el siguiente verde...), de manera que parecía un arco iris de hojas... Pues nada! Por mi parte he explicado más o menos todo lo que recuerdo, ahora falta que lo complemente Edu con lo que vio él... Edu: Na, como en capacidad de "enrollamenta" me gana Elia (aunque no lo parezca por el blog) y últimamente no estoy muy inspirado, voy poniendo fotillos. Estoy totalmente de acuerdo con Elia en seguir el viejo proverbio chino "una imagen vale más que mil palabras". Disfrutad con las vistas. Aunque lo que más impacta es verlo en persona, espero que a través de las fotos os llegue un poco de la magia que desprende el Tanpung cada otoño. Ah! se me olvidaba. Estad al loro del post del viaje a Japón, que aun toi actualizándolo. Joer, es que es muy largo, leches, hay mucha cosa que contar! Apa, lo dicho.
No ens veig adorant el "momiji" com els japonesos (véase "aldea del arce"...als dibuixos q surt l'arbre!)...ni "sakura"...Una sensibilitat diferent en general.
Una abraçada,
Meritxell
(amb el nas i els ulls enganxats a les meravelloses vistes de la pantalla de l'or-denador).
PD: Molt bé això de posar banda sonora al blog.
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