Bueeno, procuraré volver a retomar la costumbre de escribir en el blog, aunque con toda la faena que tengo cada vez dispongo de menos tiempo para escribir sobre mis "hazañas" en este a veces tan sorprendente país. Explicaré un poquillo lo que hice en Chusok, la celebración de Acción de Gracias en Corea, que se traduce en 5 magníficos días de fiesta. El primer día recibí la agradecida visita de Nereida y Guillem, compis de la UAB que, como yo, no tenían nada mejor que hacer y decidieron venir a Corea, jijiji. Vinieron acompañados del todoterreno e incansable Josep, que lleva ya en Corea lo suyo, y de Pep, que trabaja para la Uni de Pyeontaek. Aquí nos podéis ver en Mango, el restaurante de comida española. A la izquierda tenemos a Eva, la profe de castellano de la uni, a Muni, Guillem, Nereida, el tío ese de gafas haciendo el burro, Josep, detrás mío un coleguilla suyo, Pep y Emilio (su nombre coreano no lo recuerdo :P), amigo de Muni que estuvo en México estudiando castellano; lo habla superbien.

Eva nos llevó a todos a varios templos cerca de Jeonju y disfrutamos todos juntos del buen tiempo que hizo. Aquí os adjunto algunas fotillos del Templo de Jeongnam.

Tengo millones de fotos pero no es plan empezar a colgar fotos a saco. La verdad es que hoy no tengo el día lúcido, perdonad si mis explicaciones son más bien escuetas. Después de maravillarnos la vista con el paisaje nos dispusimos a buscar un sitio para comer. Con el hambre que teníamos devoramos los bibimbabs que nos sirvieron, sin importarnos lo que picaban (y cómo picaban, los cab--nes). Aquí adjunto una fotillo del bibimbab víctima de mi estómago. Después de comer dimos una vuelta por el Parque de Tokjin (no tengo fotos, cuando vuelva os subiré unas cuantas). Volví prontillo a la Residencia, ya que tenía que prepararme la mochila para 4 días en Pusan!! Nereida, Guillem y yo nos íbamos a la segunda ciudad más grande de Corea (4 millones de habitantes) para ver a Seung Uk (Songúc para los amigos :P), Ling, Raúl y Xavi, que parece coreano ya, del tiempo que hace que está aquí. Después de comprar los billetes y ver un reportaje sobre San Fermín en la estación de autobuses de Jeonju (surreal-próximamente tendréis el video disponible), no tardamos en caer rendidos en los supercómodos asientos del autobús (no es coña, vas como un rey). Nos esperaban unas 3 horas y pico de viaje. Nada más llegar, y sin salir del bus, Seung Uk subió a darnos la bienvenida. Eran las 2 de la mañana, si no recuerdo mal. Nos acogió con toda la amabilidad del mundo en su casa y nos sumergimos en un laaargo sueño hasta las 12 de la mañana siguiente (Seung Uk tuvo que madrugar, ya que debían de dar culto a los antepasados mediante la ceremonia tradicional de Chusok). Nada más llegar, nos llevó a casa de sus tíos a comer. La verdad es que pude realmente comprobar que es durante Chusok cuando más comen los coreanos. Desayunamos superbien (mermelada de tomate buenísima que hace la madre de Seung Uk) y luego en casa de sus tíos estuvimos durante 3 horas comiendo y hablando (en coreano, por supuesto. Diosss, que chungo, y encima en Pusan hablan un dialecto del coreano que no es fácil de entender para un coreano de Seúl, por ejemplo). Lo que hay que destacar de los coreanos es su gran hospitalidad. Pese a ser guris nos recibieron calurosamente e incluso nos dieron yongton, que es la propina que suelen dar padres a hijos en Chusok, una cantidad nada despreciable, por cierto. Aquí tenemos la foto de toda la família con algún guiri que se ha colado :P También he adjuntado una foto de una de las cosas que más me han sorprendido de Corea: sus edificios. Si, ya sé que sólo me fijo en chorradas, pero realmente me han sorprendido. Tras la apariencia monstruosa (por su ingente tamaño) cual molino para Don Quijote, se ocultan pisos aaaamplios con todas las comodidades, aunque realmente, de cara al exterior, sólo aportan, según mi opinión, un aspecto fantasmagórico, algo que se escapa de las manos, que no se puede controlar, no sé explicarlo bien. Hay que colocarse delante de ellos para sentirlo. Ah!, no pude evitar hacer una foto dentro del ascensor para flipar con los 23 pisos del edificio. La verdad es que era uno normalillo... agárrate los más altos. Se te puede hacer de noche en el ascensor si vives muy alto, o igual la velocidad del ascensor te pone en órbita... Propongo poner un par de asientos y una mesita con revistas para que el trayecto hasta tu piso se haga más placentero y corto...

Bueno, dejo las chorradas para otro momento (aunque me gusta explicarlas :P). Voy a contaros un poco sobre la ciudad de Pusan. Es la segunda ciudad más poblada de Corea, después de Seúl. Cabe decir también que es el tercer mayor puerto del mundo en lo que se refiere al manejo de mercancías. Debido a su importancia ecónomica en toda la zona el año pasado (2005) fue sede de la cumbre de la APEC (Cooperación Económica Ásia-Pacífico). Nada, que no os pego más el rollo, con 4 línias ya hay suficiente. Continuo con la ecsplaneixon. Por la tarde fuimos todos a dar una vuelta por la ciudad. Necesitábamos, al menos yo, que vivo en el interior de Corea, ver el mar cuanto antes, y dejarnos llevar por su brisa y el olor a marisco. En el parque de Taejondae (ver mapa, en la parte de abajo) nos echamos unas fotillos y luego fuimos a encontrarnos con Xavi, Ling, Raúl y Ha Yong para cenar y enseñarnos un poco Pusan de noche. La verdad es que al ser una ciudad marítima me recordó en cierta manera a Barcelona... La inmensidad del mar, las olas que golpean en las rocas, la brisa fresquita en la cara, la vegetación... Bueeeno, no me quiero poner melancólico, que ya me "anyoro" suficiente! Pues eso, a lo que iba, por la tarde/noche quedamos con el trio "pusanense" que nos esperaba en la puerta principal de su uni, la de Pukyeong. No está mal, es una uni grande, aunque como la de Jeonju no hay ninguna. Aupa Chonbuk! jejeje! Después de intercambiar besos y abrazos decidimos llenar nuestros estómagos de delicias pusaneñas. Allí probé por primera vez el Omurais, arroz de todo tipo de verduras cubierto por una tortilla francesa y escalopa encima. Está wenísimo, aunque no creo que sea m<>uy representativo de la cocina tradicional coreana... Como es de costumbre, nos hartamos de comida por una miseria y luego no había dios que nos moviera de la silla. Después de comentar las impresiones de cada uno sobre el mes que llevamos en Corea y maldecir unas cuantas veces el Kimchi, nos dispusimos a salir por Pusan. Raúl hizo una llamada y ya teníamos a varios japos para ir a beber por ahí. La verdad es que la fauna japonesa está superloca, sobretodo los de Pukyeong! Fuimos todos juntos a un local donde nos pusimos ciegos de Kwail Soju y de comida (sip, más comida; se vé que en Corea, no sé si lo he comentado ya, se acostumbra a comer mientras se bebe. O sea que si vas a beber a un sitio y acabas de cenar, l'has cagao, porque te van a traer comida. Y precisamente no son cosas para picar, sinó platos como dios manda. Disculpad que no ponga ninguna foto del sitio donde fuimos a beber, es que han salido todas movidas (no sé porqué... :P).

Bueeeno, pues a las tantas nos llevaba Seong Uk a dormir a su casita de la playa (llamada "Container Box" en Corea. Sí, ciertamente cuando lo oímos nos partimos el culo). Era como una vivienda prefabricada con 2 pisos. Aunque parezca mentira (me pongo colorá...) no dispongo de ninguna foto del Bungalow! Sí que tengo un vídeo, cuando pueda lo subiré.

Dormimos genial, ya que disponíamos de mantas y de todas las comodidades. De lo cansados que estábamos no nos levantamos hasta mediodía. Como va siendo costumbre, se acaban juntando el desayuno y la comida. Por la tarde decidimos hacer turismo por el centro de Pusan (la verdad es que como es tan grande, tiene varios centros). Aquí abajo tenéis unas panorámicas de la zona de Haeundae, con su famosa playa y el megapuente de Kwang-An, que tiene casi 1 km. de longitud.

Una de las cosas que más sorprende al llegar a cualquier ciudad coreana es el caos de circulación presente. Coches por aquí, motos por ahí, bicis que salen de entre las piedras... Y no creáis que porque sean orientales han de conducir de una manera pausada, ordenada y tranquila. Y una m...! Has de ir con mil ojos cuando cruzas los pasos de peatones sin semáforo (que los hay muchos). Los transeúntes nunca tienen preferencia para pasar los pasos de cebra. Incluso los vehículos pitan cuando empiezas a pasar por uno, para que te pares y pasen ellos. Es la leche. Ah! y ni se os ocurra cruzar una calle por donde no hay semáforos! El riesgo de ser arrollado es muy alto. Van como locos. Sólo hay que ver los repartidores a domicilio con sus "intento de vespino" haciendo piruetas, acelerando a saco, frenando al momento, asaltando la acera,... Ah! y las normas se las saltan a la torera. Si un conductor se equivoca de sentido no dudará un instante en girar en medio de la calle, sin importarle los coches que vienen por la calzada en sentido contrario, "-ya pararán", piensa. Al haber tantos coches hay, como consecuencia, problemas de aparcamiento. Puedes encontrar coches aparcados en los lugares más insospechados. Aquí podéis ver una señal de tráfico en Pusan que prohibe aparcar el coche en el mar, debido a la dificultad de retirarlo de nuevo para su uso (Jijiji, es broma, eh? :P Pero la señal molaba. PROHIBIDO APARCAR EN EL MAR).

Esa misma noche estuve por primera vez en una sauna coreana, llamada 찜질방 (Jimchilbang). Cuando me dijeron que íbamos a dormir en una sauna pensé "Ai dios mio, nos vamos a ahogar", pero claro, era totalmente diferente a lo que imaginaba. El fenómeno de las saunas en Corea está super extendido. La verdad es que es un buen invento. Puedes pasarte un día entero (24 horas, es igual cómo las administres) por unos 6000 won (unos 5 euros). Al llegar al lugar dispones primero de unas minitaquillas donde colocar tus zapatos, ya que, como es tradición, en la mayoría de sitios hay que ir descalzo. Te guardas la llave de la taquilla en la muñeca y pasas a la zona específica para hombres (o mujeres :P). Nada más entrar te entregan una especie de pijama color butano que recuerda al de los presos de Guantánamo mientras piensas: "¿Y ésto tengo que ponerme??". Con la misma llave de la minitaquilla de los zapatos dispones de otra taquilla, más grande, donde guardar toda tu ropa. Cuando estás en pelota picada puedes ya entrar a las duchas y a los jacuzzis. Siii!! jacuzzis! Joer, yo pensaba que sólo eran saunas, y alguna cama para dormir por ahí, pero habían todo tipo de piscinitas estilo jacuzzi con varias temperaturas, desde los 40º hasta los 18º. Es un lujazo. Además había una piscinita cuya agua cada día iba cambiando de propiedades, es decir, un día es con esencia de limón y así, va variando. Al acabar de relajarnos nos duchamos, nos secamos y nos pusimos los cutrepijamas que podéis ver en la foto. Bajamos al piso de abajo, la zona común, donde las chicas (Nereida y Hayong) nos estaban esperando, después de haber estado en el jacuzzi como nosotros (aunque NO con nosotros :P). La zona común es brutal, hay de todo. En una atmósfera super relajada dispones de PC Bang (sala de ordenadores), sala de lectura, millones de tipos de saunas (cómo no), un bar, una supertele de un montón de pulgadas, etc... Na, todas las comodidades del mundo, excepto una cama!! Al entrar a la zona común hay que hacer acopio de mantas, ya que se duerme en el suelo. Ah, no os recomiendo usar el intento de almohadas que dan, ya que son durísimas (recuerdan al posabrazos de un sofá). A cierta hora el nivel de la luz disminuye y la gente empieza a sobarse. Sip, creo que no me he explicado muy bien, la gente puede dormir en cualquier sitio de la zona común. Si encuentras a alguien que ronca cerca puedes pillarte todo tu tinglado de mantas y cambiarte de lugar. La verdad es que estás tan relajado después de los baños que no tardas mucho en dormirte, lo que no es muy recomendable para la gente con dolor de espalda (como yo), ya que la mañana siguiente no te notas la columna. Me tenía que haber puesto más mantas, pero no era plan de acaparar. Bueno, para haceros mejor a la idea de lo que es un Jimchilbang he subido un par de vídeos, ya que una imagen vale más que mil palabras.

El día siguiente, sin Nereida, que había ido a despedirse de los padres de Seong Uk, fuimos Guillem, Ha Yong y yo a dar un último garbeo por Pusan, ya que era el último día de vacaciones de Chusok. Ha Yong nos llevó a uno de los sitios más famosos de Pusan, el mercado de pescado Jagalchi (자갈치). Es uno de los mercados de pescado y marisco más grandes de Corea con una historia de más de 50 años, al término de la Guerra. Dentro se puede encontrar todo tipo de pescado, hasta la especie más rara. No dudamos en preguntar a las vendedoras (abundan las ajumas vendiendo) por el nombre de cada una de las especies y ellas nos proporcionaban información con mucho gusto. Suerte de Ha Yong que nos hacía de traductora. La verdad es que vas caminando por el mercado y tienes la sensación que no se acabe nunca. Guillem, que suele acercarse al mar para buscar mejillones, se flipaba con los cacho ejemplares que se veían. Incluso nos llevamos un par de ellos (sólo la "closca", claro) para enseñarlos (la verdad es que, después de lavarlos varias veces para sacarle el pestazo a pescado, opté por aviarlos a la papelera más cercana. Me supo mal, pero eso era irrespirable). La verdad es que Guillem y yo éramos los únicos guiris que paseaban por ahí, y eso que el mercado es una de las "atracciones" más famosas de Pusan, donde puede observarse los aspectos más tradicionales de la sociedad coreana.

Ah! una cosa que nos llamó la atención era... bueno, no sé como definirlo... una especie de gusano de agua supergordo, que se encontraba en todos los sitios. Aquí abajo tenéis una muestra. A simple vista parece algo asquerosísimo (bueno, y lo es). Cuando salvas las náuseas iniciales (muchos no lo consiguen y huyen por patas) y continúas mirando "esa cosa que se mueve", te das cuenta que son bichos que sólo tienen culo! Lo único característico que tienen es un orificio en uno de los lados... Al observarlos me vienen a la cabeza muchas preguntas: ¿Quién leches puede comerse eso?, ¿Son conscientes los bichos de su existencia?, ¿Son ciegos, o realmente pueden ver por el único ojo que tienen? (el "ojete" :P chiste malo, ya, gracias :P ). Bueno, quien pueda resolverme alguna de mis dudas le invito a una ronda de gusanos de agua, juajuajua!

Como Ha Yong tenía clase a la 1 y no quería hacer campana (por más que la convencimos) la acompañamos a la uni, donde quedamos para comer con Ling y Raúl (que no habían podido venir al mercado por tener clase. La verdad es que yo también estaba haciendo campana de mi clase de coreano :P, pero como estaba tan lejos de Jeonju...). Mientras estábamos haciendo tiempo hasta la 1 hablando en un banco de la uni, apareció de repente Mi Kyeong (que ha estudiado en la UAB este año pasado), sorprendiéndose al momento al ver nuestras caras. Nos echamos unas fotillos para dejar constancia del encuentro. Aquí abajo tenéis una, al estilo Edu, con una mano (oye, pues la verdad es que las clavo, y mira que cuesta encuadrar todo lo que quieres, pero cuando llevas millones de fotos hechas de esta manera uno ya le pilla el tranquillo). Después de despedirnos de Ha Yong, Mi Kyong y un par de coreanos cuyos nombres no recuerdo (joer, es que los corenos tienen los nombres tan parecidos! Ah, gracias a estos coreanos he ampliado mi repertorio de tacos. Voy a deciros la palabrota más chunga que puede decirse en coreano. No me hago responsable de las consecuencias que lleve el hecho de pronunciar estas palabras ante un coreano. Ok, no me enrollo más, allá van: Yaishibal chounmanan kesseki ya. Uau! Mi compi de habitación me mataría si viese esto aquí escrito. Hala, ya os he avisado, muxo cuidadillo al decir esto, eh?. Ah! que qué significa? Buf... mmm.... algo así como.... "Jódete, hijo de perra" o algo por el estilo. La verdad es que es tan fuerte que no hay palabras en castellano para definirlo.) Bueno, esto... por dónde iba? Ah! sí, que quedamos con Raúl y Ling para comer, antes de iniciar nuestro laaargo camino de vuelta. Degustamos varios tipos de Kimbab y arrasamos con el Mandu. Ah! por quien no sepa qué es cada cosa, aquí abajo adjunto un par de fotos. Lo de abajo a la izquierda es Kimbab, que os recordará al Sushi japonés. El Kimbab no contiene, a diferencia del Sushi, pescado fresco, aunque sí todo tipo de verdura y carne. Los hay de muchos tipos: atún, verduras, kimchi (cómo no!), salchichas, queso y un sinfín, cada cual más original; el precio oscila entre 2000 y 3000 Won (1.5-2.5 euros) por una bandeja con unas 10-15 piezas. Na, baratísimo. Además, siempre te sirven de gratis muchos platitos para ir picando y sopa de verduras para cada persona. Ah! y el Mandu es una especie de empanadilla rellena de carne que está buenísima. Es la imagen de la derecha. Bueeno, después de comer y hablar de nuestras cosillas nos dispusimos a despedirnos. Primero lo hice de Guillem, cuyo bus para Pyeontaek salía un poco más tarde que el mío, y luego de Raúl y Ling, que tuvieron la amabilidad de acompañarme hasta la estación de buses (que, precisamente, no estaba cerca). Bueno, ya sabéis que una de mis debilidades de las ciudades es su metro (por quien no lo sabía, ya lo sabe). Sip, siempre que visito alguna ciudad con metro lo primero que suelo hacer, si se da la ocasión, es de subir en él. Yo creo que el metro es la viva imagen de la ciudad, y el de Pusan lo demuestra. Es supernuevo, amplio, limpio, cómodo, ... (bueno, cabe decir que la ciudad de Pusan no es que sea muy limpia, pero esto se da en todas las ciudades coreanas). Ah! y lavabos en cada estación. Y superlimpios. Imagináos que instalan lavabos en el metro de Barcelona. En una semana o no se puede entrar porque están guarrísimos, o están estropeados, o han robado la mitad de cosas. Qué diferente es aquí todo, la verdad.

El viaje de vuelta en autocar a Jeonju me pasó volando. La mitad dormí y la otra estuve viendo la tele (ah! cada autocar tiene una tele chulísima y grande, no como la de los autocares españoles, que es pequeña y nunca la ponen), donde repetían constantemente el ensayo nuclear de Corea del Norte esa misma mañana. A las 21:30 llegué a mi Jeonju querida.