18 septiembre 2006
Bueeeno, parece que poco a poco el blog va tomando forma... La verdad es que escribir no es lo mío. Vale que a veces me enrollo mucho cuando hablo, per enrollarme escribiendo me cuesta un poco más. Ok! Pues nada, aprovecho también para adjuntar una foto con Boni delante de la residencia.
entonces en la habitación. Después de las presentaciones nos dispusimos a mover las toneladas de maletas que llevaba y trasladarlas a la que iba a ser mi casa durante 11 meses. Pero mi compañero (a partir de ahora Tenny) tenía que irse a nosedónde y me dió el número secreto que hay que marcar en la puerta para poder entrar. Después de aposentarme probamos el número secreto. No funcionaba. "-¡Mecawenlalexe! ¿y ahora como coño volvemos a entrar?", pensé. Por suerte Tenny volvió a salir de noseánde y volvió a escribirme el número secreto, dándose cuenta al momento que el número que me había dado estaba al revés! (y eso que está estudiando Matemáticas!). Al final propuse un cambio de número y él estuvo de acuerdo.Una vez instalados y habiendo tanteado el terreno nos dispusimos con Boni y Gayo a encontrarnos con Muni, que nos estaba esperando en la Torre del Reloj (Segye Tab), sitio típico para quedar, junto con la Puerta Vieja (Kuchonmun). Nos llevaron a una especie de restaurante
(salvando las distancias) para que tuviesemos nuestro primer contacto con la hiperpicante comida coreana. Aquí abajo tenéis la fotillo. Después de dejar nuestro calzado en la entrada (SIEMPRE antes de entrar a estos sitios, también si venís a mi habitación ;) hay que quitarse todo tipo de calzado!) nos metimos en lo que parecía un piso particular con muchas habitaciones. Cada una de ellas tenía dos mesas y, obviamente, no había sillas. Para mí, que sufro de la espalda, no deja de ser una tortura estarme sentado en el suelo más de 15 minutos, y debo cambiar continuamente de posición. Mi reino por una silla. OK! Paso a hablar de la comida coreana. Al empezar a comer cualquier cosa uno se hace inmediatamente una pregunta: "-De qué coño tiene los coreanos hecho el estómago? De acero?", debido a lo extremadamente picante que llegan a ser los platos. Afortunadamente (y realmente no lo pensaba) hemos acabado acostumbrándonos al picante hasta llegar un momento de notarlo muy poco. Uee!! Al gimnasio no puedo ir, pero al menos pongo fuerte el estómago! Jijiji! Na, en cuanto al contenido estaba muy bien. Pillamos un par de sopas grandes de Miso (soja fermentada) y la otra no me ac
uerdo de qué era (recordad que hay un vídeo de la cena en la sección de la izquierda). Sólo pagas el plato principal que pides y el bol de arroz. En todos los sitios te sirven una "munió" de platitos con comida variada gratis. Ah! la bebida es gratis también (bueno, sólo traen agua; si quieres cocacola o similares hay que pagarlo, aunque aqui una lata cuesta unos 50 cm. de euro). Na, todo delicioso, aunque volando al lavabo debido a la cantidad de agua que ingerimos para aliviar nuestra ardiente boca. Precio? Baratísimo. Sólo deciros que por 7.000 won (unos 6 euros) comimos 5 personas... Aquí la comida está tirada de precio, y encima está buenísima. Aunque echo de menos el fuet, la tortilla de patatas de mi madre, las ensaladas completas, el bacalao, las albóndigas, las croquetas y muuuchas mas cosas... (suspiro).



